En uno de los tantos de momentos de reflexión y debraye que puedo permitirme con tanto tiempo libre (más bien desperdiciado), me ha venido la idea de hacer un melodrama de mi vida. ¿Por qué? Simplemente porque es tan ordinaria y aburrida que se vuelve extraordinaria; pero como no siento eso en el día a día pues que mejor que ponerle música de fondo que vaya con mi sempiterno ánimo depresivo... o tal vez antiánimo.
Se me ocurrió que el cuarto moviemiento de la sonata en re menor para violín de Brahms Op. 108 sería una buena candidata para este ejercicio de musicalización, simplemente porque no tiene nada que ver con mi vida. Nunca he sentido gran angustia y ciertamente mi discurrir transitorio por este lapso de espacio/tiempo para quienes comparte el mismo marco de referencia no es nada agitado. Esto la hace perfecta: una más de las contradicciones de quien se busca y se busca y simplemente se sigue buscando para evitar encontrarse.
Tuesday, April 25, 2006
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