Wednesday, May 24, 2006

Espiritualidad a la venta

Sentado durante diez horas, escuché más tonterías que las que una telenovela nacional (entiéndase mexicana) pudiera ofrecerme. Cada nuevo ponente contradecía al anterior; pero poco le importaba eso a la gente, que se sentía iluminada por el conocimiento profundo y verdadero del mundo (y el o los universos), casi al punto del trance.

Así pasé dos días: sábado y domingo de hace una semana. Después de cada conferencia, la gente buscaba la grabación. ¿Es que tenían poco retención mental? ¿Alcanzan poco menos que el Nirvana al escuchar la repetición exacta de las palabras de sus gurús favoritos de turno? Algunas personas tenían una razón por entero comprensible: simplemente se perdieron la exposición; pero ¿y los que sí estuvieron presentes?

Otra cosa que les han vendido: vestirse de blanco. Que si para atraer la energía, para purificarse, para equilibrar los chacras. Entonces se visten con ropa de manta elaborada artesanalmente por tal o cual grupo étnico, con la idea de apoyar a los "pobrecitos indígenas" o porque algo especial debe tener, dada su visión cosmogónica. Como si el mero uso de una camisa burda de algodón crudo les brindara un canal de acercamiento espiritual... ¿con qué? No estoy seguro.

Es curiosa la bipolaridad de esta gente, por un lado en busca de la parte profunda de la existencia. Por otro, dedicados por entero a la superficilidad. Me explico: señora socialité vestida con un traje de manta, sandalias y bolso de diseñador, manicura, pedicura, ceja tatuada, maquillaje sutil (como está de moda), cabello color güero H2O2, lifting reciente, que pide la conferencia sobre alimentación pránica. Me permito libertad con esto, pero ¿acaso no les suena a trastorno de anorexia?

No puedo pasar por alto toda la parafernalia de filosofías orientales y exóticas, desde los horribles espejos octagonales del feng-shui, pasando por varas de incienso cuya variedad de aromas (muchas veces nauseabundamente dulces) no le pide nada a Wizard o Glade, hasta un sinfín de artefactos extraños "Made in China" y minerales de mil colores.

No cabe duda que e$to de la €$pitua£idad $í deja.

Wednesday, May 10, 2006

Verano

Calor de azucar derretida,
De caramelo
Y el aire no se deja
Ser respirado.

Los ojos ven a través
De las serpientes invisibles;
Pero no soportan
y dejan caer sus velos.

Los cuerpos buscan refugio
y los hombres pierden el rumbo:
se cobijan en la sombra.

El cielo se acongoja
Y llora...
Y llora.
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Ahí está: mi primera incursión en el mundo de la poesía.
Sean lindos, amables y gentiles... (yeah, whatever)

Saturday, May 06, 2006

Das Lied vom Trauerkloß

Esto es una egoteca, algo gris, pero egoteca al fin y al cabo. No hay reflexiones profundas ni trascendentes; sugerencias o alguna forma de verdadera convivencia. Sólo yo y mi mala vida... y algún perdido despistado que perdió el rumbo cuando buscaba algo de mayor provecho o, mínimo, más gratificante.

¿Por qué lo hago? Se me vienen a la mente muchas excusas, y tan rápido como se me ocurren las olvido. Siempre es así: la cabeza llena de pensamientos irrelevantes que desecho con prontitud. Otros se quedan, taladran y lastiman y lo más triste es que casi puede decirse que me gusta. Creo que a todos nos gusta sentir algo.

Sentirse escuchado, comunicado o, al extremo, "conectado". Eso es lo que importa. Por eso lo hago. Si alguien presta atención pues ¡qué bien! y si no, yo ya dije lo que tenía que decir. Lo digo como puedo, como me permito... como suena menos vergonzozo para no tener que justificarme después por mis accesos de actitud puberta a posteriori.

Siempre pensando en el "luego", no como meta, sino como consecuencia. Así uno se siente casi sabio, "previniendo". Así y con un diccionario a la mano. El lenguaje casi perfecto mientras se hace ¿no? Las revisiones arruinan lo poco que tiene de espontánea una obra ya autocensurada desde el momento que empieza a escribirse.

Entonces no dice nada, y la nada es inconmensurable.